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LOS “COMEDOGS”: UNA NUEVA FORMA DE VELAR POR EL BIENESTAR ANIMAL

En el Distrito Metropolitano de Quito existen alrededor de 160 mil perros abandonados. La mayor parte de esta cifra se encuentra en el sector sur de la ciudad , sobretodo en los mercados, plazas y parques. Se estima que un 90% de los perros tienen o tuvieron dueño, sin embargo fueron abandonados por estos  mismos.

Por Nicole Caisatoa y juan josé vergara

Desde junio de este año se encuentran en funcionamiento los dispensadores de comida para perros callejeros, estos son conocidos como “comedogs”. Existen tres ubicados en el Sector de Quitumbe frente a la plaza comercial del Terminal Terrestre, esto al sur de la ciudad.

 

La idea nace de Yolanda Alvarado, ella es una comerciante y activista de 53 años en este lugar desde hace más de 6 años. El hecho de que su trabajo le exija recorrer las calles de la ciudad, ha sido un factor fundamental para que Yolanda constate la realidad a la que diariamente se enfrentan los perros abandonados. “Los perros son seres vivos con sentimientos que requieren de cuidados y la gente no entiende eso. Muchas veces vienen de madrugada a botar a los perritos pensando que aquí estarán mejor, cuando no es así” manifestó Yolanda. La fundación a la que ella pertenece se llama “Pequeños Olvidados”, esta fundación tiene como cabeza a sus hijas quienes también se preocupan por el cuidado y protección animal. Valores que dice Yolanda les ha inculcado desde pequeñas.

 

Ella lleva dedicando parte de su vida y tiempo al cuidado de estos seres desde hace más de 35 años. “Al inicio solo era yo la que se preocupaba por los perritos. Incluso me trataban como a una loca por andar cargando fundas de comida: panes, huesos y otras cosas. Pero luego empezaron a unirse más personas a esta causa. Y es grato saber que no soy la única y que hay más “locos” como yo.” Describe con humor. Yolanda explica que no fue fácil conseguir el apoyo necesario para instalar el comedog en este sitio y mucho menos en el ámbito económico. Con un poco de tristeza en su voz Yolanda dijo: “Solo soy una comerciante, mis ingresos no me dan para comprar estos dispensadores. Si pudiera lo hiciera con mucho gusto, pero con lo que gano no es suficiente.” Gracias a al apoyo que recibió por parte del Refugio amigos de Isabella, quienes donaron los dispensadores, es que ella pudo colocarlos en este lugar estratégico de la ciudad.

 

El comedog cuenta en la parte superior con una ranura que permite a las personas depositar dinero para que se pueda comprar comida y abastecer alotras necesidades de los animales. Cada 15 días Yolanda abre los dispensadores para ver cuanto dinero se ha reunido y comprar la comida. Yolanda comenta que muchas veces al abrir el dispensador encuentra $15, $20 en el mejor de los casos $25, pero esto no alcanza para comprar la comida que necesitan los perritos. El resto corre por mi cuenta o por las donaciones de otras personas con la fundación”. Al preguntarle cuál cree que sea el motivo para que las personas no depositen el dinero, ella contestó: “Hay personas que ni siquiera saben que el dispensador está ahí. Otras que piensan que el dinero es para mí, para beneficiarme de eso. Muchas veces me lo han dicho, pero no es así, soy yo la que tiene que poner en caso de que falte.”

 

Giovani Ruiz trabaja como publicista para el PAE. El nos dice que la publicidad es uno de los factores fundamentales que permite que estas fundaciones y proyectos crezcan. “Al hablar de una fundación pequeña, estamos conscientes que no tendrán personal que trabajen para ellos en el ámbito publicitario. Esto es una desventaja para la organización en sí, porque son ellos mismos, quienes se encargan de dar a conocer el proyecto, y aunque la intención sea buena tal vez no lo hacen de la mejor manera.” La mayor parte de ganancias que poseen las fundaciones de protección animal están destinadas a la compra de comida, shampoos y demás implementos necesarios para cuidar a los animalitos. Los ingresos no contemplan publicidad porque simplemente no alcanza.

 

Además como menciona Giovanni “No existe una entidad, privada, gubernamental o municipal que apoye estos proyectos, por lo menos no de la manera en la que se espera. Los ingresos de las fundaciones no pueden darse el lujo por así decirlo, de gastar en publicidad. Pero tampoco se sabe a donde podrían recurrir para que se les brinde esa apertura. Además como la mayoría de personas que trabaja en estas organizaciones lo hace de forma voluntaria y sin fines de lucro, es difícil encontrar un publicista que se interese por este aspecto” Este año, ha sido importante para organizaciones en beneficio del cuidado animal, puesto que a nivel nacional se implementó Ley Orgánica de Bienestar animal(LOBA).

 

Pedro Bermeo vocero del grupo LOBA, cuenta que “esta es una ley que busca regular el comportamiento de los seres humanos respecto de los animales. Lo importante de esta ley es que esta nace de la sociedad civil, con el esfuerzo de diversos sectores. Se ha construido esta ley conjunto con veterinarios, abogados, asociaciones dedicadas al cuidado animal.” Desde hace mucho tiempo atrás los animales en el país eran considerados como recursos, lo que no les permitía estar sujetos a derechos necesarios para desarrollar una vida digna.

 

La LOBA plantea darles un nuevo valor a estos seres, justificando que lo merecen. La Organización Mundial de Sanidad Animal contempla que los animales poseen libertades básicas y necesarias como: no sufrir dolor, no sufrir por enfermedades, tener una alimentación básica. En base a esto es que se crea la LOBA. Pedro Bermeo explica más sobre el tema diciendo que: “Esta ley trata de englobar la mayor cantidad de aspectos con el fin de velar por los beneficios de los animales. Ha sido pensada en cuatro grandes aspectos: violencia, sanidad urbana, derechos a la naturaleza y bienestar humano” Más de 15 organizaciones y alrededor de 15 mil personas sumaron su apoyo con firmas y demás para la construcción de esta ley, que trata de promover un equilibrio y velar por el cuidado animal.

 

Al hablar con Pedro Bermeo acerca de los comedogs opinó que: “Son esfuerzos que han realizado personas y activistas. Estos esfuerzos no pueden ser menospreciados en su afán por ayudar y contribuir no solo con los animales, sino que también con la sociedad. Personalmente aplaudo estos proyectos y como parte del grupo LOBA, puedo decir que contemplamos también brindar beneficios a estos grupos minoritarios de activistas, es parte de nuestro nuevo enfoque y el cual iremos desarrollando poco a poco.”Por otra parte los comedogs no representan beneficios en un 100% dentro de la sociedad.

 

María Luisa Serrano, comerciante del Terminal Terrestre dice que es una molestia tener esos dispensadores en dicho sector porque lo único que hace es atraer cada vez a más perros, que a su vez traen basura y molestan a las personas. Este punto de vista es apoyado por Jefferson Padilla veterinario del sector de Quitumbe, quien dijo “No representan una verdadera solución. Tan solo fomentan a que sean los mismos dueños quienes abandonen a los animales y al hacerlo no sientan cargo de conciencia porque estos animales por lo menos van a estar bien alimentados. La verdadera solución proviene de la concientización por parte de las personas al momento de tener una mascota y esterilizarla.”

 

Quienes defienden a los animales están a favor de la implementación de los comedogs, sin embargo dicen, saber que la mejor solución proviene de la conciencia de cada persona con su mascota. Pero debido a la cantidad de perros callejeros que existen es que personas como Yolanda han buscado nuevas formas de prolongar la vida de adecuada de los animales, en este caso con la creación de los comedogs.

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